Oliver Sim y la forma mas hermosa de decir horrible.

 por Mariano Alvarez

Horrimoso

Al igual que ocurrió hace algunos años con Anima, el último disco de Thom York (2019), podría verse a Hideous como un cortometraje con el fin estratégico de llamar la atención antes del lanzamiento de un disco (Hideous Bastar de Oliver Sim), para aquel caso la plataforma a cargo fue Netflix y ahora Mubi, la plataforma de cine independiente. Mas allá de lo mainstream de la plataforma o no, en ambos casos surge la posibilidad de ver la película como una narrativa alternativa que logra ampliar el concepto artístico que muchas veces excede a un disco de música. Me alegra esa alternativa (que tampoco oculta fines comerciales), y así es como caigo en la idea de que Oliver Sim, bajista y cantante de The XX, tenía mucho para decir y para mostrar.


Mubi

Celebro estos modos de afrontar de manera abarcativa el concepto artístico de un albúm. En tiempos de velocidades, cuantificaciones de reproducciones y mediciones, celebro que se profundice lo poético en la música, que parece cada vez mas redusirse a una compañía cotidiana endémica mas que a una obra a contemplar. En fin, que exista una película de 22 minutos para poder bucear en los profundos y oscuros pantanos que un artista crea al componer un disco, es un oasis en este desierto de información desparramada caoticamente.

Pero no quiero confundir no es solo contemplación la actitud que tomamos frente a lo poético. Hideous tiene la capacidad de movilizarnos, de experimentar lo emotivo, de urgar en nuestros interiores lo "horrible" que somos a la vez que concientizamos sobre el juicio de valor que contienen las palabras. Lo horrible en este film es hermoso y ese es, al fin y al cabo el mensaje. Como si Oliver Sim y Jann Gonzalez  nos invitaran a deconstruir palabras e ideas hegemónicas. Atención, No existen muchas oportunidades para desidentificarse de lo hegemónico. 

Horrirmoso

Mubi

A esta altura de la historia quedaría anticuada y hasta inocente la idea de pensar en la promoción de un lanzamiento en sentido estrictamente comercial. Es una promoción del disco Hideous Bastard pero ya no es discusión la mercantilización del arte, ni siquiera cuando se trata de una autopoesis, una poética autoreferencial en la que se alude a la homosexualidad como proceso interno, personal e histórico. Matemos los tabúes para que no haya riesgos. Es marketing y también poética.

En conclusión, Hideous es un cortometraje/(lease barra) reportaje autobiogáfico/(lease nuevamente barra) musical/(una vez mas para notar el eclecticismo) promo lanzamiento de disco en forma de sátira que sabe lidiar entre el terror bizarro, el drama que recorre el closet de la homosexualidad y el VIH, y el humor sangriento. Los tres momentos musicales no hacen mas que acercarnos a ese interior que se muestra con frases profundas de condiciones de ánimos necesarias para contarle al mundo que es ser un horrible bastardo.

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