Hay preguntas que uno, como redactor, jamás espera formular. Pero el interrogante que nos convoca en estas líneas creo que va más allá de todo límite posible. La pregunta podría ser tan extensa como desconcertante, del estilo: ¿alguna vez pensaste cómo sonaría un dúo que propusiera explorar porciones del screamo y el hardcore, junto con el soft jazz, poliritmias y demás recursos estilísticos?  O bien podría hacerla más breve, aunque igualmente de desopilante: ¿podés concebir todo eso junto, en una sola pieza de escasos minutos?
Ahora, ¿te imaginás a dos personas, vestidas de payaso, tocando baterías, teclados, saxos y mucho más adentro de un baño?, ¿Y qué hay de una camioneta en movimiento? 

Estimado lector, sabrás entender que lo que te voy a presentar a continuación, es muy especial. 

La inquietud que inspiró esta verborragia se resume a un simple: ¿escuchaste Clown Core? Porque haceme caso, nada en la vida es más necesario de ser visto que un par de virtuosos tocando hasta con sus genitales. Sí, como leíste. Y nada es más fascinante que descubrir el prodigio que son estos dos artistas. Lo que debería ser una broma, es sencillamente impresionante.